Así como lo leen ... desde hace varios años se realizan
"Simposios sobre Bandoleros" para rastrear la historia de
Butch Cassidy y Sundance Kid en Patagonia.
El encuentro tuvo lugar los días 16,17 y 18 de noviembre
en Cholila (70 km al sur de El Hoyo) y allí estuve, inmersa entre anécdotas, fotografías antiguas y mucha pero mucha leyenda.
La Bitácora ...
(una hermosa revista
que ojalá vuelva al ruedo pronto)
En general los colonos norteamericanos que llegaron a la Patagonia en aquella época compartían un espíritu especial con ansias de libertad. Dejaron sus familias de estricta moral religiosa en Norteamérica inmersas en una economía opresora a través de los créditos que otorgaban los bancos para la producción y que ahogaban la actividad. Con ese panorama, Butch y Sundace se corren del camino de la ley y se convierten en asaltantes de bancos, y luego de obtener un botín de lo que hoy representarían 700 mil U$S del Banco de Winnemuca, Nevada, parten de Nueva York hacia Buenos Aires y luego, por recomendación de George Newvery (vicecónsul de los Estados Unidos en Buenos Aires),
se instalan en el valle de Cholila como buenos vecinos y honrados ganaderos.
El jueves 14 de noviembre de 2007 llegaron a Bariloche los historiadores norteamericanos Daniel Buck, Anne Meadows, el sobrino bisnieto del Sundance Kid, Paul Ernst (ver foto debajo) y su mujer Donna, autora del libro “Sundance mi tío”,
junto al matrimonio de María y Mike Driver interesados en la historia y
el inglés Mike Bell que hizo una excelente
y muy graciosa exposición sobre el asalto al banco de Winnemuca
del cual nunca pudo probarse quienes fueron los autores.
Mike Bell se confiesa obsesivo investigador de la historia desde los 13 años en que vio la película protagonizada por Paul Newman y Robert Redford, cuando descubrió que nació en la misma ciudad donde había nacido la madre de Butch Cassidy, en Birmingham, y con esta relación tan alocada es que realiza varias cabalgatas por el lugar donde los asaltantes escaparon y cambiaron caballos. En la investigación recopiló copias de archivos de los diarios de la época y concluye que los autores no pueden ser otros que Butch y Sundance.
Allí se sumaron más descendientes de quienes protagonizaron
las aventuras de principio de siglo en la región.
El lanzamiento de la tercer edición del libro “Buscados en la Patagonia ”, de Marcelo Gavirati, historiador y principal organizador de los simposios abrió el ciclo de charlas donde todos los que investigan estas temáticas pudieron exponer y cotejar sus datos para futuras publicaciones.
El público presente se sorprendió cuando relataron que descubrieron la vinculación del Sundance como pariente siete años después de la película
protagonizada por Paul Newman y Robert Redford.
Y fue en una cena en la iglesia del pueblo que compartían con un tío,
cuando una señora se levantó de la mesa y
les dijo que no se sentaba en la misma mesa de familiares de un bandolero.
A partir de ese momento comienzan a investigar
y a descubrir las cartas que el Sundance
le envió a su hermana desde la Patagonia.
La primera salida de campo fue a la legendaria cabaña de Cholila donde habitaron. El río Blanco bordea la cabaña custodiada por las montañas por detrás. Descendientes de los primeros colonos, el sobrino bisnieto del Sundance y los historiadores se divirtieron con hipótesis e historias mientras recorrieron entre anécdotas cada rincón del lugar.
Ellos se contactaron con el historiador Marcelo Gavirati a través de la revista Lugares
y con los datos que le aportaron Gavirati pudo rescatar el expediente judicial perdido,
el que fuera iniciado en 1911 por la Policía Fronteriza del Chubut,
con toda la información de esta historia, y que hoy se encuentra en la caja fuerte
de la Biblioteca Agustín Alvárez de Trelew.
Es que cuantos más datos encuentran los historiadores, mayores incógnitas surgen planteando nuevas preguntas e interrogantes acerca de la vida de estos personajes, actores de una época no tan lejana
y que mucho tiene que ver con todos los que habitamos esta región.
Habitantes originarios e inmigrantes provenientes de Chile, EEUU y Europa, fueron los actores de aquella época en la que un escenario diseñado por nuevas reglas económicas, nuevas costumbres y normas morales, comenzaban a perfilarse en la Patagonia [...]".
Y el fin de esta historia cuenta que quien escribe esta entrada tuvo su propia aventura quedando varada en una bucólica estación de servicio fantasma con surtidores del siglo pasado (luego de haber perdido el único micro del día domingo y esperando el siguiente recién el otro jueves).
Antes de ser capturada por los espíritus de los bandoleros (que siguen rondando en Cholila) decidí hacer dedo, puse mi mejor cara y mi bonito pulgar.
1 comentarios:
¡Excelente reseña! Cada Simposio va arrojando nuevos datos para reconstruir los detalles históricos de una incursión tan exótica como lo fue la presencia de estos personajes en el oeste chubutense. En mi opinión, este encuentro de noviembre ha reforzado la convicción de que deben preservarse adecuadamente las instalaciones, porque son un patrimonio histórico y también un recurso turístico invalorable para esa comarca.
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