Flotada en el río Carrileufú - Marzo 26 -

Pesca con Mosca

Una de las tantas cosas en las que he incursionado es ... la pesca.
O, mejor dicho, las notas sobre pesca.

Ya que las pocas veces que agarré una caña la paciencia no me acompañó entonces ... mejor me dedico a escribir.



Pescando en la boca del Carrileufú. Detrás el cerro Dos Picos (2515 msnm) y el lago Cholila.





La verdad es que la pesca con mosca encierra todo un mundo tras de sí y el cual voy conociendo lentamente.
Esta vez tuve la oportunidad de cubrir una flotada de 10 km sobre el río Carrileufú,que en mapuche significa "río verde".
Esta zona está muy cerca de la localidad de Cholila ("Valle Hermoso" en mapuche),
dedicada a la producción ganadera y paraje elegido por Butch Cassidy y Sundance Kid a principios de 1900 para ocultarse de la ley.

Actualmente se puede ver la cabaña donde vivió por muchos años
haciéndose pasar por un próspero ganadero.














Además el lago Cholila está a muy cerca de la parte norte del Parque Nacional Los Alerces, para mi gusto, uno de los parques más bonitos de todo el país.
Sus paisajes son exquisitos.



En total éramos seis: dos guías, tres clientes y yo.
El de la foto es Daniel, pescando en unos pequeños rápidos donde a las truchas les encanta ubicarse porque hay mucho alimento. Es muy fácil verlas al pie de las rocas buscando su comida.










Debajo de todo ese mameluco estoy yo :)
Parezco toda una experta, no?




Estudiando la caja de moscas para ver cuál es la más adecuada para la situación.













Un salmón encerrado había picado y tiraba biennn fuerte. El guía ya estaba por agarrarlo pero el pez pudo más y logró zafarse.




Todos atentos buscando y buscando.










Pequeña captura pero difícil de agarrar!!!
Un segundo después de tomar la foto, saltó y volvió al agua.
Allí paramos para almorzar. Y ahí me picó una chaqueta amarilla :( Es un tipo de abispa que en vez de picar muerde (comen carne) y parece que mi gemelo fue un festín. Son muy jodidas y por suerte descubrí que no soy alérgica ... sino se cierran los pulmones. Algunos dicen que si no te picó una chaqueta viviendo en esta zona todavía no estás bautizado. Bueno, ahora lo estoy.










Tres hombres en un bote.









Las horas fueron pasando (casi nueve horas arriba del bote) y el sol se fue poniendo.

Al fondo se puede ver el Cerro Dos Picos.








El viaje ha terminado y hay que guardar todo el equipo para volver a casa
y tener una rica y calentita cena.
Al fondo se observa la presencia del otoño con los álamos amarillos.

Visita a Bariloche Marzo 24 y 25

Maratónica Bariloche


Ya han pasado casi 4 meses desde que llegamos a El Bolsón.
Y en todo este tiempo no habíamos salido de la Comarca del Paralelo 42.
La meta era Bariloche, ver algo de ciudad y ver amigos.

Y también aprovechar que Churu viajaba a Buenos Aires el domingo. Pero el fin de semana fue aún más productivo.



Turística pose en el Centro Cívico







Un día antes me enteré que Carlos
(mi primo y padrino)
iba por dos días a Bariloche y se econtraba con Scania, que venía de Osorno.
Justo dio la casualidad y aprovechamos para almorzar todos juntos.










Después fuimos al Cerro Campanario porque tiene la mejor vista y ese día no había viento.













Lago Nahuel Huapi y, a lo lejos y al fondo, el camino hacia Villa La Angostura.









Con el churrete y los lagos detrás.



Después del Co. Campanario fuimos hasta el Llao Llao. Impresionante. Hacía muchos años que no iba y se lo vio bien bonito.







Scania y Carlos nos dejaron en lo de Guille y Karina. Guille es amigo de una amiga de Marian y nos conocimos y pegamos buena onda. Ellos viven en Bariloche y aprovechamos para quedarnos con ellos y la pequeña Vera (de 2 años y meses).
De colgados nomás no hay fotos :( . Serán para la próxima.


Después de unos ricos mates salimos en el auto hacia el Lago Moreno y luego a Circuito Chico y Guille nos hizo conocer un lugar interesante y algo exótico: El Cementerio del Montañés. Muy cerquita del Cerro López y caminando unos cuantos metros en suave pendiente se llega a un minúsculo cementerio de gente que murió en la montaña o que, quizás no murió a causa de ésta pero la amaban y querían ser enterrados allí.

Cuando volvimos a la casa, había un apagón generalizado en toda la zona. Así que tanto las compras como la cena se hicieron a la luz de la velas. La cena no llegó a ser así porque justo volvió la luz.

El domingo amanecimos tranquilitos con mate y facturas. Mientras los hombres parloteaban de menesteres informáticos, Karina, Vera y yo partimos rumbo a ... la placita de juegos y de paso visitamos un caballo que a Vera le encanta :)

Al regresar el fueguito ya estaba ardiendo ... sólo había que echarle algo arriba. Y así empezó el asadito. Pero el tiempo pasaba y se hacía la hora para Churu de tomar el avión.
Luego del último bocado de carne salimos corriendo para el aeropuerto con Guille al volante.
Yo me tuve que bajar en el cruce a Catedral para encontrarme con otra gente (aprovechando el viaje a Bariloche) y Churu corrió el avión ... y lo alcanzó. :)

Ya de regreso a Bolsón, el viaje se hizo un poco largo y frío. Rocco salió desesperado a mi encuentro luego de haber estado dos días solo. Con su comida y almohadón pero solo. El pobre se destartalaba de tanto que corría. Pero se quedó feliz de que alguien haya regresado a la casa.


Dedo Gordo parte 2

Trekking al Cerro Dedo Gordo
- Segunda Parte -



En la entrada anterior el grupete estaba comenzando a trepar un sendero
rodeado de verdes lengas.

El grupete estaba encabezado por Andy,
le seguía Marian, luego Anabella
y, último, sacando la foto, César.







Luego de un rato apareció el primer arroyo a cruzar. A lo lejos ya puede divisarse el Dedo Gordo.

A medida que nos elevamos la temperatura va descendiendo ...

A lo lejos Andy ...


atravesando el mallín y cada vez más cerca de la nieve.


Andy y yo, ya casi con los pies embarrados,
próximas al mallín.


De repente, aparece una "lengua de nieve" que baja desde lo alto del cerro.


Nos acercamos ... pero con cuidado debido a que un arroyo la atraviesa por dentro y derrite el hielo.










Tentadora la cueva, no?









En la entrada "de la cueva" (nadie se metió).
Estoy riéndome a carcajadas porque el sol salía justo

cuando pedía que me sacaran una foto.

Todos decían que había hecho un "arreglo".


Empieza la subida nuevamente, esta vez por un pedrero que bordea la lengua de hielo. Abajo, a lo lejos, se ve el mallín.







Finalmente hemos llegado al plateau y se ve,

entre algunas nubes,

la cumbre del Dedo Gordo.

Carteles indicadores. Nosotros debíamos ir hacia "Retamal"








Andy y yo posando, al estilo
"científicos perdidos en exploración en los Andes".
(Vale la pena ampliarla y ver las caripelas).
Muuuuchooo viento frío en la cara.


Hemos dejado la cumbre del Dedo Gordo. Seguimos caminando por el plateau y, debajo, ya se divisa el increíble Valle del río Azul.









Todo lo que se sube ... hay que bajarlo.



Así comenzó el descenso por el denominado "pedrero infame"...















1000 mts de piedritas sueltas,









en las que se hundían nuestros pies ...



















Llega un punto en que el pedrero se angosta ...
pero sigue y sigue.
Y a medida que bajamos vuelve la vegetación, vuelven las lengas



Luego empieza un cañaveral












Cuando termina el cañaveral hay que seguir bajando y cruzar un pequeño arroyo.









"Bracitos"



Mirando el río Azul a lo lejos












Nuevamente entramos
a un bosque de lenga












Nos estamos acercando ...










Finalmente llegamo a el refugio
El Retamal!!!
Luego de cinco horas de caminata
entre un refugio y el otro
Allí paramos durante poco más de una hora para descansar, estirar los músculos y comerrr!!!
Este refugio y su refugiero tienen un estilo similar al del Cajón del Azul ya que las tierras eran de la misma persona, Atilio (dueño de las del Cajón del Azul). Un ex empleado de Atilio recibió las tierras y armó este hermoso lugar.
Él vive allí todo el año así que por dentro era una casa super habitable y llena de libros ... para pasar el invierno supongo :)

Luego del merecido descanso continuamos viaje hasta el refugio el Cajón, que era sólo media hora. Y de allí volvimos a Bolsón.
MUY BUENA EXPERIENCIA!!!







Dedo Gordo (Parte I)

Ascenso al Refugio del Cerro Dedo Gordo

(Febrero 21 y 22). Con mi amiga Andy




Andy vino de visita por unos días. Como a las dos nos gusta la montaña, decidimos "internarnos"en uno de los tantos refugios que hay por la zona.
Esta vez le tocó al Dedo Gordo.










Pampita ... antes de empezar a subir.











"La playita". Así le dicen a este lugarcito.


Hasta ahí cara de relajo, y con razón.

Luego empezó la subida de 45 grados de inclinación. Por momentos llegó a ser de 47 grados ...

y ...

se largó a llover feo feo.

Por lo tanto ... no hay fotos de la subida. Y aunque no hubiera llovido, creo que no daba el aire para sacar la cámara.

Cada vez se ponía más feita la cosa y el refugio que no aparecía.

Yo veía "espejismos de refugios" entre el bosque ... y siempre resultaban ser troncos apilados.


Finalmente ...


Surgió el pequeño refugio entre el bosque de lenga ...




Al ver la casita, el "abrazo de alegría" fue inevitable ... habíamos llegado!




Si bien es uno de los senderos más cortos de la comarca,
es el que más desnivel presenta.
En sólo 7 km de marcha se suben 1000 metros
y el refugio se encuentra a 1370 msnm.




Al traspasar la puerta y la pesada cortina de la entrada encontramos a una pareja tomando cerveza artesanal.
Lo primero que dijeron, con una gran sonrisa, fue:
"Ya no esperábamos a nadie!"

Andy y yo pensamos: "No estaremos interrumpiedo algo???


El refugio estaba hecho íntegramente de maderas encastradas (no clavadas)
y el piso de troncos estaba recién hecho
(así que nos tropezábamos todo el tiempo porque le faltaba asentarse).
Si bien era pequeño, también era muy acogedor,
sobre todo por la gran cocina económica que entibiaba todo el lugar.
Lo primero que hicimos fue, sacarnos zapatos, medias
y todo el abrigo, acercarnos al fueguito y poner todo a secar.

Cuando nos sentimos recuperadas armamos el mate
y empezó la charla.
Oscar, el refugiero, hacía dos años que hacía ese trabajo
(exceptuando en invierno, por supuesto) y se había hecho muy amigo de la soledad.
Sin embargo, le gustaba recibir gente y conversar ...
por su verborragia y prolífica charla se notaba que le hacía falta.

Ya había pasado un buen rato cuando, súbitamente,
la densa cortina se corrió y apareción un chico cubierto por un gran plástico blanco ...
y dos pasos más atrás una joven rubia
que lo primero que hizo fue largar una carcajada y preguntar una idiotez.
Pregunta que ella misma se contestó y dijo "qué tarada, típica de una mina de capital"
y siguió riéndose mientras la mirábamos atónitos.

Evidentemente Oscar y Mariela (la chica que había ido a visitarlo) no iban a estar solos.
Los nuevos visitantes se acomodaron y mientras afuera oscurecía y seguía soplando el viento nosotros seguíamos conversando con buenos mates mediante.

Los recién llegados eran César y Anabella, de Buenos Aires y de vacaciones por el sur.


El grupo entero.
Atrás: Mariela y Oscar (sosteniendo pizza casera recién sacada del horno).
Adelante (de izq. a der.) mi amiga Andy, yo, Anabella y César.

La sobremesa fue larga y llena de historias de misterio de la región que pusieron la piel de gallina. Después fue todo un tema salir al baño! (igualito al de Alaska, onda familia Ingalls).
Si bien la noche estaba maravillosamente estrellada, el bosque era cerrado y no se veía nada.
Fuimos a dormir temprano ya que al día siguiente la jornada iba a ser larga. La idea era no volver por el mismo camino sino unir el Dedo Gordo el Retamal, otro refugio que queda a unas 3 horas y media de caminata. Del Retamal bajar al Cajón del Azul (sólo media hora) y de allí volver a El Bolsón.
Siempre y cuando el clima lo permitiera ...


Terribles caras de recién levantadas e intentando tomar desayuno.















Oscar se había levantado antes
y ya estaba más fresco
mientras cebaba los primeros mates del día.


















Después del desayuno esperamos hasta que el clima mejoró
y mientras tanto salí a explorar los alrededores.
Entre algunas lengas ya se puede observar el paulatino avance del otoño, cada vez más próximo.

Para abril, todos los alrededores del refugio (ahora verdes) se tiñen de rojo fuego.
Esto es sólo una muestra de lo que está por venir.


























Finalmente comenzó la marcha ...
















CONTINUARÁ ...