Curso de Huerta en Bs. As.


Como todos saben el año pasado hicimos con Churu un curso de Huerta Orgánica Biointensiva con Fernando Pía (en la foto).

Los resultados fueron más que mejores (lo han visto en las fotos) así que quería contarles que ayer estuve con mi profe de huerta y me enteré que tiene un contacto en Buenos Aires.


La idea es que esa persona va juntando gente interesada en hacer el curso intensivo.

Si se arma un grupo de 10 personas el profe viaja para allá y da el curso.

Hasta el momento hay 7 interesados y lo más probable es que viaje en septiembre.

El curso es pago (no sé el monto ahora) y dura dos días completos
(uno teórico y otro práctico)


El curso enseña el método biointensivo de huerta. Y más más allá de todo, él como persona es muy copada.

Si esto funciona el profe viajaría a Baires cada vez que haya un grupo de esa cantidad.

Si quieren más información dejen un comentario o mensaje y les responderé a la brevedad.


www.proyectociesa.com.ar

A propósito del tulipán ...


Su Historia

En el año 1554, el embajador austriaco, Busbecq quería saber el nombre de una flor desconocida que le había dejado asombrado. Un señor sobre su turbante llevaba esta flor. Él preguntó al traductor "¿Cómo se llama esto?" y el traductor pensó que le preguntaba por turbante, le respondió en lugar de "lale" como "tülbent". Así, fue puesto el nombre de tulipán en Europa. Una flor que más tarde la gente de Holanda se volvería loca por ella y tulipomanía ya había empezado en la vida exótica de Estambul.Tulipán, nombre común de las plantas de un género de herbáceos bulbosas de floración primaveral. Es de la familia de las Liliáceas. La planta entera; tallo, hojas y flores están comprimidos y encerrados dentro del bulbo, esperando para salir en la primavera y sorprendernos con sus colores preciosos.

El origen del tulipán es Asia Menor. Los turcos se encontraron con él en Anatolia y en la época otomana empezaron adornar los jardines de Estambul. Además, tuvo un sentido religioso porque el nombre turco "lale" escribiendo con las letras árabes que utilizaron los turcos durante la época otomana, se parecía "Allah".

La "relación" entre Holanda y los tulipanes empezó en 1593, cuando el botánico Carolus Clusius trasladó tulipanes desde Estambul a la Universidad de Leiden, en Holanda, para realizar investigaciones médicas. Era un hombre bastante avaro y nunca quiso compartirlos con nadie, hasta que una noche un grupo de personas entró a la fuerza en su jardín y robó varios bulbos. A partir del año 1634 se convirtió en una especie de locura llamada tulipomanía, que dio lugar a una especulación disparatada de plantas, por las que se pagaban precios muy altos. Como muchas personas ya se habían arruinado, el gobierno decidió poner fin a la situación regulando el comercio de tulipanes.

Algunos datos

Los bulbos de tulipán desde hace 350 años forma una parte importante de las exportaciones de los Países Bajos. Cada año se producen alrededor de tres mil millones de bulbos de tulipán en Holanda, de los cuales se exportan unos dos mil millones.

Aproximadamente, la mitad de éstos van a Estados Unidos. Los tulipanes son la tercera flor más solicitada por los consumidores en países desarrollados como Estados Unidos, Japón y el norte de Europa. En estas naciones, cada persona gasta alrededor de cien dólares en un año.


La leyenda del tulipán

Un joven persa llamado Farhad, príncipe según algunos, estaba profundamente enamorado de la doncella Shirin.
Un día, le llegaron noticias de que su amada había sido asesinada (luego resultó que no era más que un rumor) y, destrozado de la pena, montó su caballo preferido y galopó hasta un acantilado desde donde se lanzó para morir.
De sus numerosas heridas y gotas de sangre en el suelo brotó un tulipán, como símbolo de su amor perfecto. Por ello, en la antigua Persia, el tulipán rojo se considera el símbolo por excelencia del amor apasionado.


Cómo cultivar tulipanes: http://www.dulban.com.ar/SUB%20PAG/CULTIVO.htm

Fuente: http://www.dulban.com.ar

Vida de un tulipán

El primero en asomar ... lo descubrí el 28 de julio

Veremos cuando salgan los demás.

NOTA: no sé si es de Elena o de Dani (los mezclé todos)

Cumple en el Piltri



Sábado y domingo
fuimos al Piltri a festejar
el cumple del Churu









Esta vez caminamos desde la ruta
hasta el refugio.
Tardamos 5 horas.











Nos acompañaron
Naldi, el cubano,
y su mujer, Vivi.







No había mucha nieve
llegando al refugio.




Viejo refugio










Grupete



Sábado a la noche
cocinando
pollo con crema de hongos
y papas al horno
(aperitivo: ron con cola,
regalito del cubano)










Hombres cocinando








Montaña de pollo




Domingo a la mañana
fuimos a buscar la nieve








y la encontramos!



Cascada congelada





Plateau del Piltri








Blanco Blanco



Los rulos del cubano
retienen la nieve












Para volver tardamos
poco más de dos horas
(Je! en bajada y por atajos)

Pasta mecanizada

La Pastalinda llegó al Hoyo (gracias Yoyi)
y los fideos al huevo ahora se hacen "con ayuda".




Primero se estira bien
la masa para que quede finita











Y luego se pasa por
otro rodillo que corta
los fideos.







Y después hay que dejarlos secar
esparcidos.





Bon appétit!


Cumple el Churu!



Momentos del Churu
en todo tiempo y lugar











en Italia

















con la guitarra en un apagón











en bici por la 40





en Barcelona
(con la compu siempre)









entre amigos




lo mejor ... siempre ...
dormir!
(a Roco también le gusta)









también las milanesas





entre sobrinos
(je!)










los fueguitos del Churu
son un clásico




en el río Quemquemtreu
















casita El Hoyo
laburando





Pablito El Bolsón













cuando era artista
y vendía sus cuadros.

aquí con su colega
Dieguito










Plaza Pagano, El Bolsón
con Roco cachorrón









meditando





dos potencias se saludan









FELIZ CUMPLE AMORSOTE!!!

Huertas en departamentos


Esto salió publicado el sábado 19/07 en el diario Crítica de la Argentina.

Alguien tiene huerta en balcón o patio?
Rinde?



El boom de la huerta doméstica: ante el aumento de frutas y verduras la clase media urbana cultiva en casa

Setenta balcones y

una coliflor en la maceta

La mitad de las consultas que recibe el INTA provienen de ese sector de la población.Desde el plan Pro Huerta señalan que es posible tener lechugas en tres semanas y plantar aromáticas en envases de telgopor.

La historia de la semillita empieza así. Una persona va a la verdulería y pregunta cuánto cuesta el kilo de tomates. El verdulero le responde que seis pesos. La persona se indigna y dice que ese precio es un delirio. El verdulero le echa la culpa al Mercado Central, a los Kirchner, a De Angeli y al calentamiento global. Finalmente, la persona se va sin comprar nada y tiene dos tipos de pensamiento a la vez: uno destructivo (“metete el tomate en el orto”) y otro constructivo (“elaboraré mi propia huerta”). Aunque con algunas variaciones menores, son este tipo de situaciones las que últimamente llevan a la clase media urbana a cultivar sus propias verduras en el patiecito o el balcón de su casa: la mitad de las consultas que recibe el INTA provienen de ese sector de la población; una tendencia que empezó con el cambio de siglo –cuando el ecologismo cool llevó a bandadas de individuos a entrar en contacto con la Madre Tierra– y que se resignificó drásticamente en los últimos seis meses, cuando la estampida de valores de la canasta familiar transformó a las frutas y verduras en el más impensado producto aspiracional. Soñando con la ensalada propia, entonces, los porteños compran cada vez más semillas. “En lo que va del año, la consulta de gente que quiere armar la huerta en el balcón creció por lo menos un 50%”, asegura Julieta Bulla, secretaria de Coordinación de Pro Huerta, un programa que depende del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y el Ministerio de Desarrollo Social. El Pro Huerta capacita a la población para que pueda obtener, por la vía agrícola, los alimentos que no puede pagar. Si bien este programa está destinado a escuelas, instituciones y familias que están debajo de la línea de pobreza (siempre y cuando cumplan con una serie de requisitos), la novedad es que ahora la población urbana de ingresos medios ahora también llama al INTA para pedir información, preguntar por cursos y averiguar dónde puede comprar una bolsa de semillas (las venden a diez pesos y traen de todo). “Cuando llaman, les explicamos que en un balcón no se puede tener un gallinero, pero sí se puede cultivar aromáticas, acelga, zapallo, zapallito, tomate, apio, perejil, albahaca, radicheta, ajíes, maíz y hasta porotos –enumera Bulla–. Los frutos de más larga duración, como las calabazas y el zapallito, tardan en madurar unos cinco meses. Pero las verduras de hoja pueden comerse en tres semanas”. El programa Pro Huerta tiene ya 450 mil granjas orgánicas funcionando en el país, y logra que haya más de tres millones de personas con el alimento asegurado. La palabra “granja” no implica grandes extensiones de tierra: con cien metros cuadrados es posible alimentar a seis personas. Con la producción de su terreno, por ejemplo, Rubén Soldano surte íntegramente a su familia y a los vecinos pobres de Escobar. La superficie de Soldano es grande (2.500 metros cuadrados) y le permite también sacar plantines que luego vende en La Flor de Escobar, el vivero que tiene en el barrio de Floresta. “La gente viene y me dice: ‘No me banco pagar cuatro mangos por un atado de radicheta’, cuenta. Entonces le doy un sobrecito de semillas por tres pesos y en tres semanas tiene radicheta lista para comer. A los que no tienen paciencia ni para eso, les doy para que se lleven directamente un plantín.” VERDURA EN TELGOPOR. Aunque por otros motivos (más ambientalistas y menos económicos) la agricultura de balcón está calando hondo también en el resto del mundo. El Rooftop Garden Project es una iniciativa canadiense que busca, a través de videos, charlas e instructivos, enseñar a la gente a cultivar comida en macetas y canteros. Por su parte, el proyecto Container Gardening, creado por el científico Willem van Cotthem, enseña distintas formas de producir vegetales usando botellas descartables como macetas. “Conozco personas que plantan la verdura en el envase de telgopor del helado” cuenta Viviana Bernhardt, técnica en Jardinería y Floricultura, una carrera que se cursa en la Universidad de Buenos Aires. Para Bernhardt, el factor económico no es el único que mueve la agricultura urbana en la Argentina. “En las ciudades el ritmo de vida es tan veloz que hay una necesidad de disponibilidad inmediata de los alimentos –advierte–. Hay gente que trabaja todo el día y ve el ritual de los mandados como una pérdida de tiempo. En cambio, si tienen verduras en el balcón el proceso se hace más rápido.” A veces ni siquiera hace falta un balcón. “Con tener una ventana ya es suficiente”, advierte la jardinera y horticultora Claudia Herr, quien da cursos sobre cómo armar la huerta en un departamento. En su propio living, Herr cultiva plantas aromáticas y algunas verduras de hoja. ¿Le cambia la economía? Herr responde que no. “Autoabastecerte, con un solo balcón, es bastante complicado”, explica, y agrega que mucha gente hace los cursos de un modo puramente terapéutico. Plantar un vegetal sirve, por encima de cualquier uso gastronómico, para descargar tensiones. Y para fantasear con decirle al verdulero, finalmente, que puede meterse el tomate en el culo.

Fuente: http://www.criticadigital.com/impresa/index.php?secc=nota&nid=8313

Frozen



Otro invierno ...


... más heladas


...y nuevas miradas


...en el hielo