Un año en la Comarca

El 30 de noviembre de 2006 arribamos a El Bolsón ...
primera parada en nuestra búsqueda dentro de la
Comarca Andina del Paralelo 42 ...


Ya pasó un año ... intenso y lleno de cosas ...
Esta entrada es un surtido de imágenes de
nuestros momentos

Que las disfruten ...

Churu y Marian
(ahora en El Hoyo)

Agencia Via Bariloche de Bolsón.
Esperando a Elena (mamá de Churu)

con Roco de "Comité de Bienvenida"



Momento culinario en la cocina bolsonesa
(y roco descansando debajo de la mesa).










Momento romántico
con "testigos"
(léase Roco y Palette).







Dos puntitos en el río Azul



Roco aterrado antes de cruzar un puente














En una roca en Lago Puelo












Tardes de mate en el Mirador del Azul










En Abril llegó el momento
de moverse nuevamente






Y aterrizamos en un cráter
llamado El Hoyo (Chubut)

a 15 km de El Bolsón



Donde nuevos amigos perrunos
nos recibieron y se hicieron
amigos de Roco










Llegó el otoño















Y después el invierno
con un Piltri bien bien blanco









Y la casita hoyeña
estaba rodeada de gris










Sin embargo,
adentro había mucho color ...




















y los meses siguieron pasando ...

la primavera explotó ...

y llenó todo de color nuevamente.






Así como también
volvieron
los paseos en manga corta
y el sol
:)


Este ha sido un muy buen año
para nosotros.
Ojalá que para Uds. también!

Un Fósil Vivo


La Araucaria es un árbol perenne, emblemático y milenario por excelencia (data de la Era Mesozoica).

Existen 19 especies en el género, con una distribución repartida únicamente en el hemisferio austral –aunque fósiles encontrados demuestran que también estuvo presente en el hemisferio norte hasta el fin del período cretáceo-.


En América se encuentran en la Patagonia

argentina y chilena

–tanto en la estepa como en el bosque-

y en la selva tropical de Argentina

y el Brasil meridional.



La Araucaria Araucana –también llamada Pehuén-

se encuentra en la provincia de Neuquén

y los ejemplares suelen ser grandes árboles

que alcanzan una altura de entre 30 y 80 metros.

Su tronco es recto, cilíndrico, a veces muy grueso y la ramificación comienza a varios metros del suelo.

En los ejemplares más antiguos se disponen grupos de cinco ramas que se extienden perpendiculares al tronco

y que, además de ser flexibles,

poseen hojas agrupadas hacia los extremos.

Éstas son realmente llamativas ya que se caracterizan por ser extremadamente duras y por estar provistas de una suerte de espina, de color verde oscuro, en la punta.




Su madera blanca amarillenta se caracteriza

por ser compacta, liviana y fácil de trabajar.

Es muy cotizada para labores de construcción y carpintería y,antiguamente, los troncos se empleaban para fabricar mástiles de embarcaciones.

Sin embargo, en la actualidad, esta especie está protegida en grandes zonas de parques nacionales en Argentina mientras que en Chile directamente está prohibido talarla

ya que fue declarada Monumento Natural.

Cada araucaria contiene entre 80 y 200 semillas
que se asemejan a las del pino sólo que son más grandes.

Para los habitantes originarios de Chile central y del sudoeste de Argentina
la Araucaria no sólo es un árbol sagrado sino que sus semillas
–también llamadas pehuenes o piñones-
fueron incorporadas como alimento
y por esa razón los nativos se llaman a sí mismos
Pehuenches o “gente del Pehuén”
.


Los piñones tienen un alto valor nutricional y constituyen la base de su dieta.
Sin embargo, al principio las tribus no las comían
porque consideraban sagrado el árbol y sus piñones les resultaban duros,
además de creer que eran venenosos.

De ese modo, los piñones permanecían largo tiempo
desperdigados por el bosque hasta que se transformaban
en nuevos árboles o se pudrían por efectos del calor y la humedad.

Según cuenta una leyenda, hace mucho tiempo hubo un invierno muy crudo en el que una tribu, sin alimentos ni reservas, era diezmada por el hambre y el frío. La situación era tan crítica que el cacique decidió enviar por distintos caminos a sus mejores guerreros en busca de alimentos. Los días fueron pasando y los guerreros volvían con las manos vacías, sin embargo, faltaba uno de ellos y aquel en quien el cacique había depositado sus máximas esperanzas. Pasó el tiempo, el cacique empezó a preocuparse pero un buen día divisaron a lo lejos al valiente guerrero. Éste caminaba dificultosamente por la ladera nevada, con una gran bolsa en su espalda. Al llegar el joven dejó caer el contenido del bulto a los pies del jefe de la tribu y cientos de piñones cayeron al suelo. La machi preguntó intrigada porqué traía los frutos del árbol sagrado sabiendo que éstos no eran comestibles, a lo que el joven contestó que, justamente, eran esos frutos los que salvarían a toda la comunidad. Y relató lo ocurrido durante su travesía.
“Luego de andar durante días sin encontrar nada para aliviar sus necesidades, regresaba desalentado cuando, de repente, apareció un desconocido y se puso a caminar junto a mí. Le conté nuestra desgracia y el hombre dijo: con tantos piñones de pehuén en el piso no deberían pasar hambre. ¿Por qué desprecian algo tan extraordinario? Ve y habla con tu tribu y diles que el pehuén es un alimento maravilloso. Sólo tienen que hervirlos para ablandarlos, luego tostarlos y tendrán un delicioso manjar. Cada piñón es suficiente para alimentar a un hombre durante varios días. Pueden conservarlos durante el invierno, cuando la caza escasea, enterrándolos en pozos y así contarán con suficiente provisiones. Luego de estas palabras el misterioso desconocido desapareció y yo me puse a juntar los piñones para traérselos”.

Inmediatamente después de escuchar al joven el consejo de ancianos se reunió a debatir lo ocurrido y la conclusión fue que el enigmático anciano que el joven había visto era nada menos que el mismísimo Uenechén –Dios de los mapuches-. Si él había dicho que podían alimentarse de los piñones así se haría e inmediatamente ordenaron a las mujeres hervir y tostar los piñones traídos por el guerrero. Desde entonces nunca más hubo hambre ni escasez de alimento porque los pehuenches aprendieron varias formas de preparar los frutos. Así el árbol sagrado se convirtió en la principal fuente de alimento de los nativos quienes, cada día a la salida del sol, con un piñón en la mano, rezan: "A Tí, …. Uenechén, te pedimos que nunca dejes morir al pehuén, cuyas ramas se tienden como brazos abiertos para protegernos”.


Receta:
http://www.guiaepicureo.com.ar/recetas/conejo_con_pinones.html

Más información:
http://www.conaf.cl/?page=home/contents&seccion_id=007&unidad=0&articulo_unidad=0&articulo_id=785&maestra=1

Túnel de la Huerta

Como acá en la Cordillera hace más frío lo ideal es tener invernáculos hechos con nylon.
Las verduras crecen mucho más rápido y protegidas (de heladas especialmente).


















Desplegamos el nylon

y lo cortamos
en dos.

Como por ahora no vamos a hacer un invernadero (mucho tiempo y dinero)
hemos decidido hacer un túnel.

O sea ... cubrir uno de los bancales con nylon y protegiendo,
de ese modo, algunos cultivos
que sí o sí necesitan más calor.
(Ej: tomates y zapallitos).

Pusimos la estructura del túnel con hierro flexible formando
arcos que enterramos en la tierra

















Luego cubrimos la estructura con el nylon

Lo que se ve amarillo es viruta del aserradero de enfrente.
Puesta en los caminos entre bancales para evitar
que crezcan yuyos
(y de paso queda lindo el contraste de color)

Y así quedó uno de los túneles






Amores y odios ... la mosqueta

Amada y odiada:
Rosa Mosqueta


Esta rosa arbustiva, oriunda de Europa Central (Polonia, Balcanes, Hungría, Rusia y El Cáucaso) es vista en la Patagonia de dos maneras. Por un lado es un recurso natural proveedor de materia prima para la fabricación de numerosos productos industriales y artesanales. Pero, por el otro, al ocupar agresivamente terrenos aptos para la actividad agrícola y ganadera también se la visualiza como una plaga. Sin embargo, lo cierto es que se ha difundido tan ampliamente en toda la región andino-patagónica que ya forma parte del paisaje.


Al llegar el mes de diciembre los mosquetales florecidos se llenan de pintitas de color rosa

que decoran los costados de los caminos.

Luego, al fin del verano y cuando la flor se seca aparece un fruto pequeño

de intenso color naranja o escarlata y la decoración de los caminos

cambia notablemente y se pone al rojo vivo.


Existen algunas referencias que sostienen que esta especie llegó a nuestro país desde Chile, donde había sido introducida por los conquistadores.

Éstos la utilizaban por su efecto antiescorbútico

ya que el nivel de vitamina C
es muy superior al de los cítricos.

De hecho, y por la misma razón, en los países nórdicos

es un producto altamente consumido.



Los animales –en especial vacunos y equinos- son quienes difunden la planta ya que la utilizan como fuente forrajera y de ese modo la rosa mosqueta invade tierras de aptitud agrícola sin cultivar. El único factor que frena su avance es la falta de luz solar ya que en bosques desarrollados su presencia es prácticamente nula. La rosa mosqueta se encuentra en abundante cantidad en los parques nacionales Lanín, Nahuel Huapi, Los Alerces y Puelo. Prácticamente todos los hogares que habitan en la cordillera –y los turistas que por allí pasan- son consumidores de algún producto derivado de la rosa mosqueta: dulce, té, aceite y cosméticos en general.




















El famoso aceite de rosa mosqueta se extrae de las semillas y es muy usado en la industria cosmética. Con él se preparan cremas, ungüentos y pomadas para cicatrizar heridas, borrar estrías, eliminar arrugas y atenuar o eliminar manchas de la piel gracias a sus propiedades regenerativas en tejidos dañados. El té es muy rico en vitamina C -en abundancia en la planta-, ayuda a mantener el sistema inmunológico estable y contribuye al mejoramiento del ánimo. Algunos lo utilizan para lavar la piel -tanto del rostro como del cuerpo- y para ello se prepara té en abundancia y se lo guarda en botellas de vidrio durante no más de siete días. El dulce se hace con los frutos pero aquellos que no son cosechados, una vez maduros caen al suelo, se descomponen lentamente y dejan en libertad numerosas semillas que facilitan la propagación de la especie. Además estas plantas resultan un refugio ideal para roedores debido a la protección que ofrece y a la cantidad de frutos y semillas que sirven de alimento y que están en la base de la misma. La cosecha se hace en forma manual con guantes y un pequeño rastrillo.

Los frutos se van desprendiendo y caen sobre lonas extendidas previamente en las bases de las plantas para luego ser recogidos.

Una flor una leyenda ... Chilco


Esta estética flor con forma de pequeño farol crece, generalmente, en sitios húmedos como quebradas, bordes de lagunas o las orillas de los ríos. Existen dos variedades de la especie: una de flores rojas y otra de flores blanco-rosadas que brotan en arbustos siempre verdes de no más de 2 metros de altura, con largas y delgadas ramas. Dada su llamativa y exótica belleza se la utiliza para decorar los ambientes aprovechando que su floración dura varios meses.




Existe una bonita leyenda que cuenta la relación entre esta delicada planta y una simpática ave que habita la región más austral del continente americano: el Diucón. Este pájaro de plumaje grisáceo no llamaría la atención si no fuera por sus intensos ojos rojos y la leyenda explica, justamente, a qué se debe el color de los ojos del Diucón. Había una vez pequeña ave de plumaje gris que vivía sola y feliz, en lo más profundo de los bosques de la cordillera patagónica, bebiendo las aguas cristalinas de lagos y arroyos provenientes de las altas cumbres nevadas. Un invierno, mientras recorría el bosque, escuchó una voz que lo llamaba desde la orilla de un arroyo cubierto de copos de nieve. Con breves saltitos se fue acercando sigilosamente hasta ver una flor roja apenas iluminada por un tenue haz de luz. Al verlo, tal fue la alegría de la flor que la belleza de sus pétalos carmín encendido se multiplicó en instantes. Y la flor habló: “Soy Aljaba” –le dijo-, mientras escondía su temblor por el frío. “Te he visto pasar por aquí, posándote en las ramitas de mis vecinos matorrales donde el sol calienta tu gris plumaje”. Y prosiguió: “Podrías ayudarme? “No puedo moverme ya que la Madre Naturaleza me

bendijo diciéndome que yo era la encargada de darle toda mi belleza a este arroyo, por eso construí firmes raíces para arraigarme aquí para siempre y cumplir con mi rol”. Sin dudarlo, con su diminuto pico, el ave sacó uno a uno los destellantes cristales de hielo hasta que el primer rayo de sol iluminó por entero a la Aljaba; y al recibir calor, ésta despertó a sus hermanas que pendían de la misma rama. Al verlas, el Diucón quedó tan maravillado por sus colores que éstas, en agradecimiento por la ayuda recibida, decidieron obsequiarle sus destellos rojos para que adornaran para siempre sus ojitos. Desde entonces, la leyenda dice que el Diucón lleva el color de la Aljaba en sus ojos recordando con cariño ese hermoso encuentro.

Repique de tomates


Plantines de tomate
(segunda tanda)
a punto de ser "repicados",
o sea, ser pasados a una maceta
más profunda para que sigan creciendo
más protegidos.
Aún no es tiempo de pasarlos
a la huerta ya que hace frío
para este cultivo.





Dentro del invernáculo (prestado)
repicando














Plantines de tomate
(primera tanda)
ya más grandecitos.

Una flor una leyenda ... Amancay

Otra de las flores más bellas y representativas de la Patagonia es, sin dudas, el Amancay. Esta flor se desarrolla perfectamente en los bosques húmedos donde alcanza una altura de un metro y forma verdaderas alfombras doradas. Sus semillas están bien resguardadas en una suerte de cápsula desde la cual se propagarán cuando llegue el momento oportuno. También se adapta a zonas menos húmedas y más soleadas, sin embargo, su desarrollo allí es menor. Si bien la planta brota en septiembre u octubre recién florece a partir del mes de diciembre. Las flores suelen ser intensamente amarillas -aunque también hay de color más anaranjado- y su característica principal es que dos de sus pétalos tienen vistosas estrías rojas. El origen de dichas estrías está relatado en otra fantástica fábula.



A orillas de un correntoso río cordillerano vivía una tribu mapuche cuyo cacique tenía un apuesto hijo llamado Quintral

y a quien le gustaba recorrer la orilla del río cazando y pescando.


En una de sus tantas salidas el joven conoció a una hermosa y sencilla muchacha, llamada Amancay, quien se enamoró

de aquel valiente muchacho al instante de haberlo visto.

Pero la mutua atracción de la pareja se transformó en un amor imposible dado que una muchacha de origen humilde no podía pretender al hijo del cacique.

El tiempo pasó hasta que un día llegó una epidemia que diezmó a la tribu, cayendo enfermo el joven indígena.

Enterada de la situación y viendo que Quintral no mejoraba,

Amancay consultó a la machi y ésta le confió el secreto para que el joven sanara. La cura estaba preparando una infusión de una flor

que sólo crecía en las cumbres heladas.

Amancay sabía el gran peligro que corría ascendiendo a las cumbres

pero su amor por el joven la impulsó a emprender

la temeraria empresa y lograr su cometido.

Feliz de haber alcanzado su objetivo, comenzó el descenso

cuando vio cernirse sobre ella

la figura amenazante de un cóndor

quien le exigió que abandonara la preciada flor.



Ante la negativa de Amancay,

la enorme ave le propuso entonces que dejara su corazón a cambio de la flor

y Amancay aceptó sin titubear.

El rey de las alturas se alejó con el pequeño corazón

entre sus garras

y mientras volaba hacia

su morada fue tiñiendo de rojo el camino con la sangre que manaba del corazón.

Tiempo después, en aquellos lugares regados y vivificados con la sangre de la indiecita crecieron preciosas flores de varios pétalos, bellas como su origen y teñidas con gotas rojas de la sangre que había sido derramada en ofrenda a aquel sentimiento.

De esa manera, la flor pregona un mensaje de amor

por todos los valles y montañas de la cordillera.

Transplantes


Antes de hacer un transplante
es necesario mantener seca la tierra
del almácigo para que los plantines
salgan más fácil










La tierra se escurre
por las manos sin dañar
las raíces de la planta
en potencia






Después hay que tener
en cuenta de plantarlos a la misma distancia entre sí
(la cual varía según el cultivo)
y de manera triangular para que entren más
en el mismo espacio

La Trochita

En 1908 el Congreso de la Nación sancionó la Ley 5.559 de Fomento de los Territorios Nacionales. La ley, impulsada por el Min.Ramos Mexía, quería impulsar el desarrollo de la Patagonia y promovía una estrategia de integración ferroviaria de las áreas potencialmente productivas en los valles cordilleranos y la meseta, combinando el uso del tren con las vías navegables y los puertos marítimos. Así comienza la historia de La Trochita ....*

Pero la ejecución del plan original sufrió interrupciones al renunciar primero el Ministro Ramos Mexía en 1913 y al estallar poco después la Primera Guerra Mundial.

En el contexto recesivo de la post-guerra, que limitaba los fondos requeridos para completar el tendido de los ferrocarriles patagónicos de fomento estatal, la trocha angosta fue visualizada como una posibilidad cierta. La elección de la trocha de 0.75 m. posiblemente haya sido favorecida también por la disponibilidad de locomotoras de parte de algunas firmas proveedoras.



Galpones donde duermen los vagones
(de origen belga y hechos
íntegramente en madera)


Como llegamos temprano vimos cómo enganchaban vagón por vagón




Legendarias locomotoras a vapor de 1922 (de Alemania y de Estados Unidos).
Todavía en uso, algunas de las cuales son consideradas
piezas únicas
por una de las propias firmas fabricantes.

La considerable longitud de su trayecto de 402 Km., inusual para la trocha económica de 0.75 metros en que fue construido el ramal.



Hicimos el recorrido corto
(de Esquel a la primera estación: Nahuel Pan) que dura 1 hora aproximadamente
y volvimos al punto de partida.






Vagones de primera clase
(con asientos "acolchados").
Con la clásica salamandra y los leños
para alimentar el fuego

NOTA: Todo lo que se ve es original









Pero a nosotros nos tocó segunda clase
y asientos de madera
:)









Un cantor entonó algunas
melodías patagónicas ...








En 1941 el ferrocarril llegó a El Maitén,
sede de importantes talleres ferroviarios,
y el 25 de mayo de 1945 el ferrocarril entró triunfalmente a la ciudad de Esquel.








Mientras el Churu miraba
el paisaje:
del verde valle que rodea a Esquel
nos adentrábamos
en la plena meseta.









El ferrocarril funcionó como servicio exclusivo de carga hacia y desde Esquel hasta 1950.
Todos los insumos del norte ingresaban por ferrocarril provenientes de Ing. Jacobacci mientras que lana, cuero y hacienda en pie se despachaban desde Esquel, Trevelin y fundamentalmente desde las distintas estaciones ubicadas a lo largo de las diferentes estancias pertenecientes a la Argentine Southern Land Company.
En 1950 se inauguró el servicio de pasajeros.


Llegamos a destino:
Nahuel Pan
(así se llama la montaña cónica que se ve en la foto)
Prolongándose hasta el cierre del ramal decidido en 1992 y concretado en 1993.
Sin embargo, un año después fue reabierto y cada provincia se hacía cargo de su recorrido (Río Negro y Chubut).
En la actualidad funciona como tren turístico y sólo en el trayecto que corresponde a la pcia.de Chubut.

En la primera quincena de febrero se realiza el viaje desde Esquel a El Maitén celebrando
la "Fiesta del Tren a vapor".
El resto del año sólo va hasta Nahuel Pan (a menos que gringos ricos lo contraten tipo charter y paguen U$S30 el km y hagan el recorrido desde Ing. Jacobacci hasta Esquel por U$S1200).

Vieja locomotora en desuso



Maquinista y pasajero














* Fuente: http://www.latrochita.org.ar/historia.htm